La industria de los gimnasios en España generó un negocio de 2.291 millones de euros en 2018, un 2,5% más que el año anterior. Es un ritmo de crecimiento inferior al de los años previos, pero los datos del informe de Deloitte y EuropeActive revelan que esta realidad no es tanto por la saturación del mercado como sí por una oferta que no convence a todos.
La oportunidad existe, ya que se estima que por cada club operativo en España hay 4.315 personas que hacen ejercicio, mientras que la media de socios es de sólo 1.146, según se desprende del informe European Health & Fitness Market 2019. Dicho de otra forma, el 74% de los que practican deporte en España no están inscritos a un gimnasio.
De atraer a este perfil, las cadenas lograrían incorporar a un tipo de abonado que ya está acostumbrado a hacer deporte y conseguirían reducir un gap entre clientes y potenciales usuarios que limita su crecimiento. No es una cuestión menor, ya que se trata de un segmento de 20 millones de personas que practican deporte con cierta frecuencia, ya sea por libre o afiliados a una federación, según el estudio elaborado por EuropeActive y Deloitte.
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