El año 2013 supuso un punto de inflexión en la gestión económica de las federaciones. En plena crisis económica, el Consejo Superior de Deportes (CSD), uno de los principales órganos de financiación de estos organismos deportivos, decidió imponer medidas de saneamiento para controlar el gasto de unas instituciones que acumulaban pérdidas año tras año.
Desde entonces, el gasto se ha reducido en 33 millones de euros, y aunque los ingresos han caído en 28,8 millones de euros, las entidades han dejado atrás los números rojos para volver al superávit, especialmente en 2016, según un informe elaborado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) al que ha tenido acceso Palco23, que inicia una serie de reportajes sobre la situación del mundo federativo.
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