Ayer fue el sorteo de navidad, un día de suerte y alegría para unos y el de la salud para la gran mayoría, el año pasado ya hablé sobre eso y este año no lo repetiré, solamente hablaré de la salud, no del día de ayer sino en general de todo el año…
Y es que, a fin de cuentas, puedes tener dinero y vivir sin problemas, cosa que mucha gente no puede hacer, puedes pagar tu hipoteca y vivir tranquilamente en tu casa o piso, cosa que mucha gente no puede, puedes comer cada día sin problema, cosa que mucha gente a duras penas puede hacer cada día, pero… ¿y la salud? Todo lo anterior no tiene sentido si no puedes “disfrutar” de una buena salud, al final lo realmente importante. Y es que uno que tiene un amigo o, para ser exactos, un conocido de mi edad que está más cerca de abandonarnos que de seguir con nosotros se da cuenta, hoy más que nunca, que sin salud no hay nada…
Es una pena que nos quejemos porque hoy hace más frío, porque llueve, que si llega tarde el transporte público, que si no se qué chorradas más cuando hay gente que ni tan siquiera puede dormir en su cama o comer cada día o, sin irnos tan lejos, gente como nosotros que está luchando cada día contra graves enfermedades de verdad mientras nosotros nos quejamos por tonterías, y no tendría que ser así…
