Quedan ya pocos meses para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro que se disputarán en agosto y que viven una gran inestabilidad, no sólo la política del país sino también la económica que puede estar hundiendo los próximos Juegos Olímpicos.
La situación económica que vive el país es muy diferente a la que tenía años atrás, actualmente Brasil ha dejado de ser el motor económico de Sudamérica y el PIB se encuentra en niveles muy bajos y con una inflación disparada al 10%. No se construirá ni metro ni tren para acceder al Parque Olímpico. el Estadio Olímpico no tiene ni luz ni agua, ya que no se han podido pagar las facturas de estos últimos meses. La Sociedad que administra otro de los estadios emblemáticos, Maracaná, ha despedido al 75% de sus plantilla, ahora que precisamente es cuando se necesita más personal ya que el CIO se encargará de las principales funciones.
Además no se cubrirán algunas de las instalaciones que estaba previsto que así se realizase y además las restricciones también se aplicarán en la Villa Olímpica donde los deportistas no tendrán algunos de los servicios que gozaban en ediciones pasadas. Todavía quedan meses por delante pero, por el momento, los augurios de éxito para los próximos JJOO no son nada esperanzadores.