La Ryder Cup de París, ‘driver’ del golf europeo

En un intento por hacer más grande y popular este deporte, el European Tour, anfitrión del torneo que organiza junto al PGA Tour americano, eligió París, por ser hub de conexiones y centro del continente. Se trata de la segunda vez en la que esta competición se disputa fuera de las islas británicas en su turno europeo, siendo el único precedente la Ryder de Valderrama de 1997. Así, desde el circuito europeo esperan que el hecho de que se dispute en la segunda ciudad más visitada de Europa (por detrás de Londres) permita superar el número de espectadores de la pasada edición europea de Gleneagles (Escocia), a la que asistieron unas 250.000 personas, con un impacto económico para la región que se cuantificó en unos 100 millones de libras. Para la de París, que ha contado con un presupuesto de 7,5 millones de euros, sitúan la cifra de visitantes en los 270.000 personas.

Además de un gran momento para la ciudad y un honor para los jugadores, también es aliciente para las cuentas del European Tour como anfitrión. Según cifras del Financial Times, en 2014 (Gleneagles), la facturación del Tour creció un 54% más respecto al año anterior (231,4 millones de libras), mientras que en los años impares, se tiende a registrar pérdidas. Según el diario británico, en 2017 el circuito europeo habría facturado 210 millones de libras, con unas pérdidas antes de impuestos de 10,4 millones de libras.

La principal fuente de ingresos del Tour procede de patrocinio, TV y venta de entradas (este fin de semana, el paquete de entradas de viernes a domingo asciende a 700 euros por adulto y están agotadas). Entre los grandes patrocinadores del Tour, figuran Rolex, BMW, Emirates -que también están entre los sponsors exclusivos de la Ryder-; Dubai Duty Free, Hilton y Titleist. En la Ryder, además de los tres mencionados, también está Aberdeen Standard Investment entre las marcas preferentes en un evento que es visto por más de 600 millones de espectadores de 200 países.

Espectadores

En España, la audiencia media de este torneo creció en su última edición de 2016 un 28% respecto a lade 2014, según datos de la consultora de márketing deportivo Strock. Cabe recordar que el principal hándicap de las retransmisiones de golf no es sólo su larga duración, sino que en el caso concreto de la Ryder Cup en suelo europeo, los dos primeros días, los partidos coinciden en su mayoría con horario laboral,lo que hace disminuir las conexiones en directo. Así, en 2014 (Gleneagles), la audiencia media de la copa cayó un 14% frente a la edición de 2012 y en 2010 hasta un 63% frentea la de 2008. De media, en España, según la consultora, 42.000 personas conectan al menos un minuto con el torneo.

Este año, se espera que la presencia de Rahm anime la audiencia en Movistar como ya hizo con el Masters de Augusta, que registró récord de espectadores en el canal de pago, y con el Open de España, el torneo del European Tour más seguido del año. También hay que contar con el efecto Tiger Woods, que además de venir de ganar el Tour Champions, por sí sólo levanta las cifras de espectadores hasta un 14% en su país. A partir del domingo, habrá que esperar a 2020, ¿quién defenderá entonces la copa en Wisconsin (USA)?

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