Incluso en un sector con el viento a favor, no todos corren igual de rápido. En el año de la pandemia, el running sedujo a buena parte del planeta al ser un deporte que puede practicarse en solitario y al aire libre. Para correr, además, sólo hace falta una inversión: comprar unas zapatillas. Pero mientras Nike, Adidas o Skechers cerraron el año con fuertes caídas, otras empresas más pequeñas aprovecharon para comerse un pedazo más grande del pastel.
Brooks, Hoka One One y On fueron los ganadores de esta categoría, que continúa estando dominada a gran distancia por el gigante estadounidense Nike y otra marca del grupo, Jordan, según datos de la consultora NPD.
La estadounidense Brooks echó a andar en 1914 como un productor de calzado para el baño y zapatillas de ballet bajo la marca Bruxshu. El salto al running llegó en la década de los setenta y, diez años después, la entrada en mujer.
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