En estos días pasados se celebró en Lituania el Campeonato de Europa de baloncesto en la que España ha ganado, ya lo hizo también en la edición anterior, de una forma clara ante todos sus rivales y es que todos los jugadores de la selección son individualmente unos cracks pero que aún así juegan en equipo de una forma prodigiosa que los hacen ser –casi- imbatibles.
De todas maneras el comienzo del Campeonato fue un poco dubitativo y con victorias ante rivales débiles pero con un juego más bien pobre, poco a poco el nivel de auto exigencia fue aumentando a medida que los rivales eran de más entidad, algún que otro tropiezo en medio de buenos partidos, pero como pasa siempre con los grandes equipos en los partidos decisivos se crecen y eso ha pasado en la Fase Final en la que han sido totalmente inaccesibles para sus rivales con un nivel muy alto de juego.
Lo mejor del equipo es que no se puede destacar a uno por encima del resto porque como cada uno es el mejor en su faceta y cada uno de ellos tiene asumido tan bien su rol que simplemente hacen, de una manera extraordinaria, aquello que el entrenador les ha encomendado. Esta generación lleva ya muchos títulos a sus espaldas pero me parece a mí que este no será el último 😉